Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades crónicas, también conocidas como enfermedades no transmisibles (ENT), provocan 41 millones de muertes al año, lo que equivale a casi el 75% de todos los fallecimientos en el mundo. De los afectados, 17 millones de personas son menores de 70 años.
Por supuesto, la población chilena no está libre de sufrir estas dolencias. La División de Prevención y Control de Enfermedades (DIPRECE), indica que las ENT son la principal causa de muerte en Chile. Asimismo, un artículo de la Revista Médica de Chile informó que, en 2019, las enfermedades representaron el 85% del total de fallecimientos.
Esto evidencia que las enfermedades crónicas en Chile son un problema de salud pública que no debe tomarse a la ligera. En Blog Viva, te contaremos más detalles sobre estas patologías, incluyendo sus causas y formas de prevenirlas.
La DIPRECE define las enfermedades crónicas como patologías de lenta progresión que no se resuelven por sí mismas y que rara vez se curan por completo. Conocer cuáles son las que se presentan con mayor frecuencia en el país te ayudará a estar más consciente de sus causas y a mejorar tus hábitos para prevenirlas.
Se trata de uno de los problemas de salud en Chile más preocupantes. Consiste en la acumulación excesiva de grasa corporal que pone en riesgo la salud de la persona, y se identifica cuando el Índice de Masa Corporal (IMC) es igual o superior a 30.
De acuerdo con estudios, el panorama en el territorio nacional es crítico:
Esta condición es causada por un exceso de grasa corporal alrededor de la cintura. Genera presión arterial alta, bajo nivel de colesterol HDL y niveles altos de azúcar en la sangre y de triglicéridos.
El conjunto de estos trastornos se llama síndrome metabólico y puede causar enfermedades coronarias, accidentes cerebrovasculares (ACV) o diabetes tipo II. De acuerdo a la iniciativa Síntesis de Conocimientos de la Universidad de Chile, se estima que el 25% de la población adulta experimenta este síndrome.
Esta enfermedad se diagnostica cuando hay presencia de altos niveles de glucosa en la sangre y orina, debido a que el páncreas no libera suficiente insulina o no la utiliza de manera eficaz.
Puede deberse a factores genéticos, pero también a la mala alimentación, el sobrepeso y la obesidad.
Las cifras en Chile indican que:
Ocurre cuando la presión de la sangre supera los 140/90 mmHg y con el tiempo daña las paredes de las arterias.
Según la Organización Panamericana de la Salud, la prevalencia de la hipertensión en Chile es del 27,6%.
Se le llama enfermedad silenciosa, porque suele pasar desapercibida al no tomarse la presión, toma en cuenta señales como dolores de cabeza frecuentes.
De acuerdo con la OMS, algunos de los factores de riesgo de la hipertensión arterial son la edad avanzada, causas genéticas, sobrepeso u obesidad, falta de actividad física, exceso de sal en las comidas y el consumo de mucho alcohol.
Las enfermedades crónicas se pueden evitar mediante cambios en los hábitos, especialmente relacionados con la alimentación y la actividad física. Estas son algunas medidas que te pueden ayudar a prevenir las patologías crónicas:
Cuidados en niños
Debes evitar el consumo elevado de azúcar y acostumbrarlos a una alimentación saludable y balanceada que cumpla con sus necesidades calóricas y contenga carbohidratos, agua, vitaminas, minerales, proteínas y grasas no saturadas.
Para saber más sobre la proporción de los alimentos, es importante solicitar una pauta nutricional al médico de cabecera.
Además, es esencial fomentar una rutina actividad física desde pequeños. La Unicef aconseja que sea al menos una hora diaria, lo que puede variar dependiendo de su edad. La idea es que los niños encuentren una forma de hacer ejercicio que les resulte divertida.
Cuidados en adultos
Otros factores que agravan la situación de las enfermedades crónicas, son fumar o el consumo excesivo de alcohol, que el organismo convierte en azúcar.
Por su parte, la cafeína causa un aumento corto, pero drástico, en la presión arterial. La respuesta de cada persona es variable, por lo que es prudente que consultes a tu médico acerca de su consumo.
Otro aspecto a controlar es el estrés, ya que ayuda a disminuir los niveles de cortisol en el cuerpo. Puedes lograrlo a través de actividades físicas que debes realizar por unos 30 minutos al día. Un profesional de la salud puede indicarte qué rutina de ejercicio es la más adecuada de acuerdo con tus necesidades.
Primero, es importante realizar un chequeo anual para detectarlas. Si sospechas tener enfermedades crónicas o recibes el diagnóstico, necesitarás el apoyo de un médico especialista que te indique qué hacer mediante un tratamiento personalizado.
Recuerda que no todos los pacientes son iguales; es posible que necesites medicamentos o cambios en tu vida diaria que sean distintos a los de otras personas.
Saber que tienes alguna de estas enfermedades puede ser difícil, pero te brinda la oportunidad de realizar cambios que te permitan disfrutar de una buena calidad de vida. Nunca es tarde para adoptar un estilo de vida saludable.
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