¿Qué es el sedentarismo? Hablamos de un estilo de vida sedentario cuando las actividades que realizamos tienen escaso o nulo esfuerzo físico o deportivo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda:
De acuerdo con lo anterior, podemos considerar que cualquier modo de vivir que no contemple esa cantidad de ejercicio físico es sedentario, un problema grave si pensamos que la mayoría de las labores cotidianas en la actualidad no exigen mayores movimientos.
El teletrabajo, las compras en línea o la predominancia de la televisión vía streaming, por ejemplo, son algunos de los hábitos que nos obligan a estar sentados por largos periodos durante el día.
Según la OMS, “uno de cada cuatro adultos de todo el mundo no realiza la actividad física suficiente” y al menos tres cuartas partes de los adolescentes no cumple con los estándares de ejercicio, siendo las mujeres el grupo que más propenso a está a la inactividad.
Lejos de ser una tendencia inofensiva, el sedentarismo provoca un impacto negativo a nuestro cuerpo que se traduce en:
Por supuesto, todas las anomalías que causa el sedentarismo en nuestro cuerpo derivan en el desarrollo de varias enfermedades graves.
De hecho, de acuerdo con la profesora de la Universidad de Harvard, I-Min Lee, es un factor común "en muchas de las enfermedades crónicas que sufrimos, en reglas generales, si eres físicamente inactivo tu riesgo de mortalidad prematura es probablemente comparable con la de fumar".
La mejor forma de salir de este estado es introducir la actividad física, de a poco si se quiere, a nuestra vida.
A continuación, veremos recomendaciones para las que no se requiere una inversión grande de tiempo y pueden evitarnos los problemas antes señalados:
Si no tienes tiempo para hacer actividad física, una gran opción es el NEAT que viene del inglés “non-exercise activity thermogenesis” o “termogénesis por actividad que no constituye ejercicio”.
Puede sonar algo intimidante, pero en realidad es muy sencillo de practicar.
Lejos de una rutina de ejercicio, se trata de realizar tareas diarias como barrer la casa, sacar el polvo de los muebles o subir y bajar las escaleras. Adicionalmente, la idea es elegir acciones como caminar o andar en bicicleta en vez de utilizar el auto.
Puedes elegir la actividad que más te acomode según tu condición física: fortalecimiento muscular, mindfulness en movimiento, yoga, pilates o baile entretenido.
Con 30 minutos diarios, hasta lograr las indicaciones de la OMS, lograrás cambios saludables.
Sacar a los niños de las pantallas y de los videojuegos puede resultar difícil al principio, pero guiarlos a encontrar deportes que disfruten es hacer lo mejor para su salud.
Una buena manera es hacerlo de manera divertida y ayudarlos a encontrar actividades que los motiven, como andar en patines, usar la bicicleta o actividades grupales, como el básquetbol, por ejemplo.
Es probable que pienses que ya es muy tarde para retomar o iniciar una vida sana. Sin embargo, siempre se pueden mejorar a los hábitos y reducir el sedentarismo.
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