Los trastornos del sueño son problemas que afectan el buen dormir de una persona. Pueden causar dificultad para conciliar el sueño, permanecer dormido o despertarse demasiado temprano.
No es un problema para tomarlo a la ligera, ya que suelen tener un impacto negativo en la vida diaria de quienes los padecen. Fatiga, somnolencia diurna, desconcentración, problemas de memoria y cambios de humor, son sólo algunas de las consecuencias.
En Blog Viva, te contaremos más detalles de los trastornos del sueño y cómo puedes combatirlos para mejorar tu calidad de vida. Recuerda que tener un buen descanso es fundamental para comenzar el día.
Síntomas de trastornos del sueño
Pon atención si es que tienes algunos de estos síntomas, ya que los problemas para dormir pueden variar según el tipo trastorno. Más adelante los veremos en detalle:
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Dificultad para conciliar el sueño: Te cuesta dormir, aunque tengas sueño. Puedes estar hasta más de 30 minutos tratando de dormirte.
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Dificultad para permanecer dormido: Te despiertas varias veces durante la noche o despiertas muy temprano en la mañana.
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Sueño fragmentado: No logras tener un sueño reparador y te sientes cansado al despertar en la mañana.
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Somnolencia diurna: Te sientes somnoliento durante el día, incluso después de dormir lo suficiente. Algunas personas pueden quedarse dormidas mientras manejan.
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Cambios de humor: Te puedes sentir irritable, ansioso o deprimido.
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Problemas de concentración y memoria: Puedes presentar problemas para concentrarte en tareas importantes o recordar cosas.
Ante cualquiera de estos síntomas y si es que estos afectan tu vida diaria, acude a un médico especialista que pueda darte un diagnóstico y tratamiento claro.
Causas de los trastornos del sueño
Las causas de estos problemas pueden ser muchas y derivar de distintos factores:
Factores físicos:
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Enfermedades: Como la apnea del sueño, la narcolepsia, el síndrome de las piernas inquietas, dolores crónicos, pueden llevar a un sueño no reparador.
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Medicamentos: Algunos medicamentos, como los antidepresivos, los antihistamínicos y los medicamentos para la presión arterial, pueden causar trastornos del sueño.
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Trastornos médicos: Otros trastornos médicos, como el dolor crónico, la artritis y el síndrome del intestino irritable.
Factores psicológicos:
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Estrés: El estrés puede hacer que sea difícil conciliar el sueño o permanecer dormido.
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Ansiedad: Puede causar pensamientos y preocupaciones que pueden interferir con el sueño.
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Depresión: Puede causar fatiga diurna, lo que puede dificultar conciliar el sueño.
Factores ambientales:
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Ruido: Música muy fuerte a tu alrededor o ruido de la calle, son causas que dificultan conciliar el sueño.
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Luz: Una habitación con mucha luz al momento de dormir o luz de afuera que puede notarse por la ventana, afecta la capacidad para conciliar el sueño.
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Temperatura: Trata de tener una temperatura ideal en tu habitación al momento de dormir.
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Horarios irregulares: Es ideal mantener un mismo horario para irse a dormir. Es importante tener buenos hábitos de dormir para que el cuerpo se acostumbre.
Tipos de trastornos del sueño
Lo recomendable es contar con ocho horas de sueño continuo para tener un buen descanso, donde nuestra presión sanguínea baja al igual que la respiración y ya no estamos tan atentos a los estímulos externos.
Debido a ciertos tipos de trastornos del sueño, estas características de un sueño saludable, muchas veces no se cumplen. Revisemos cuáles son los más comunes:
Insomnio
Es uno de los trastornos más comunes. Se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño o permanecer durmiendo. El estrés, la ansiedad y los hábitos de sueño irregulares pueden desencadenarlo.
Existe el insomnio leve que puede tratarse cambiando ciertos hábitos del sueño, como dormir siempre a la misma hora, no tener estímulos que espanten el sueño, entre otros. Aplican también algunas técnicas de relajación o tomar infusiones.
Si es que este problema es más grave o crónico, lo mejor es tener un tratamiento adecuado, puede ser con medicamentos, pero siempre bajo la supervisión de un especialista.
Narcolepsia
Son ataques de sueño incontrolables. Se puede experimentar somnolencia extrema durante el día, quedándote dormido de forma repentina. También se pueden presentar breves pérdidas de tono muscular, conocidas como cataplejía.
Puede causar parálisis del sueño y alucinaciones hipnagógicas (se producen cuando nos estamos quedando dormidos, se pueden ver o escuchar cosas que no están presenten en el entorno real. Es el estado intermedio entre la vigilia y el sueño).
Este trastorno es causado por la falta de una sustancia química cerebral llamada hipocretina, que regula el sueño y la vigilia.
Apnea del sueño
Se caracteriza porque se interrumpe la respiración durante el sueño, llevando a breves despertares. Esto puede deberse a la obstrucción de las vías respiratorias o a una señal incorrecta del cerebro para respirar.
Puede provocar somnolencia diurna y aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas.
Existen dos tipos de apneas del sueño:
- Obstructiva del sueño: Se obstruyen las vías respiratorias o se estrechan, lo que lleva a que el flujo de aire se detenga.
- Del sueño central: Existe un problema de conexión entre el cerebro y los músculos que manejan la respiración.
Síndrome de piernas inquietas
Se caracteriza por la necesidad incontrolable de mover las piernas durante el sueño. Esto puede dificultar conciliar el sueño y provocar cansancio durante el día.
Provoca una sensación de hormigueo, ardor o calambres en las piernas que empeoran por la noche. Suele relacionarse con la hiperactividad y el trastorno de déficit atencional.
Puede tratarse con masajes en las piernas, baños fríos y calientes, con medias de compresión o ejercicios. También con algunos medicamentos, pero siempre recetados por un especialista.
Hiperinsomnia
Se caracteriza por una somnolencia excesiva durante el día, a pesar de haber dormido lo suficiente durante la noche. Las personas que sufren de hiperinsomnia tienen dificultades para mantenerse despiertas y alerta durante las horas de vigilia, lo que afecta significativamente su funcionamiento diario y calidad de vida.
Es un trastorno persistente y crónico. Los afectados pueden quedarse dormidos en situaciones inapropiadas, como en el trabajo, durante las comidas o incluso mientras conducen.
La hiperinsomnia puede estar asociada a condiciones psiquiátricas como la depresión y la ansiedad. También a otras enfermedades como la fibromialgia, mononucleosis, afecciones virales, obesidad y a otros trastornos del sueño.
Tratamientos para enfermedades del sueño
Los tratamientos dependen del tipo y la causa del trastorno. En algunos casos, los cambios en el estilo de vida pueden ser suficientes para aliviar los síntomas. En otros casos, es posible que se necesiten medicamentos o terapia.
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Terapia Cognitivo-Conductual (TCC): La TCC es una forma de terapia que puede ayudar a identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento que afectan el sueño.
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Dispositivos de Presión Positiva en las Vías Respiratorias (CPAP): Para la apnea del sueño, los CPAP son dispositivos que ayudan a mantener las vías respiratorias abiertas durante el sueño, mejorando la respiración.
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Medicamentos: En algunos casos, los médicos pueden recetar medicamentos para ayudar a conciliar el sueño o controlar los síntomas de las enfermedades del sueño.
También puedes aplicar algunos cambios a tu estilo de vida que ayudarán a tratar los trastornos del sueño:
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Crear una rutina de sueño regular: Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana.
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Crear un ambiente de sueño relajante: Que la habitación esté oscura, silenciosa y fresca.
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Evitar la cafeína y el alcohol: Especialmente antes de acostarse.
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Hacer ejercicio con regularidad: No demasiado cerca de las horas de acostarse.
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Hacer algo relajante: Si no puedes dormir después de 20 minutos, hacer algo que te haga sentir sueño.
Es esencial abordar las enfermedades del sueño tan pronto como se presenten los síntomas. Ignorar estos problemas puede llevar a complicaciones de salud a largo plazo y afectar negativamente la calidad de vida.
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Fuentes:
