La autoestima puede definirse como la orientación positiva o negativa que tenemos hacia nosotros mismos. En este caso: el amor propio que los niños sienten (o no) hacía sí mismos, y que determina en qué medida se perciben valiosos y merecedores de experiencias agradables.
Una de las tareas más importantes de los padres es ayudar a los pequeños a construir una autoestima sólida que les predisponga a la felicidad en la vida. La misión no siempre es fácil, de hecho, los papás a menudo confunden el fortalecimiento de la estima personal con la glorificación, un hábito que puede dañar –más que beneficiar– la autoestima de los niños.
Cuidado: el amor propio no tiene que ser perfecto
Generalmente, los padres/papas se enfocan en proteger a como dé lugar la estima personal de sus hijos. Con tal de lograrlo, cometen errores comunes que generan el efecto contrario, como:
- Hacerse cargo de las responsabilidades que corresponden a los niños (en el ámbito escolar o del hogar).
- Evitar que los pequeños cometan errores.
- Sobre proteger a los niños de situaciones con las que tarde o temprano tendrán que lidiar.
- Esforzarse al máximo por evitar que los niños se sientan tristes o enojados (para ello, los padres no escatiman en premios y regalos, incluso si el pequeño no se lo ha ganado).
- Enseñar a los niños que mentir, ocultar sus errores, evadir retos o inventar excusas es aceptable como barrera de protección.
Esta última es quizás una de las lecciones más perjudiciales a corto y largo plazo que los padres pueden enseñar a sus hijos, ya que reprimen la habilidad para comunicar sus emociones y pedir ayuda. En su lugar, crecerán culpando a los demás de todo lo malo que les ocurra y buscarán siempre una imagen paterna o materna que se haga cargo de las consecuencias de sus actos.
Consejos para una autoestima infantil fuerte y sana
La estima personal es importante, y mucho más en los niños. Hay evidencia de los efectos que una autoestima pobre puede generar en el presente y futuro de los más pequeños. A modo de ejemplo:
- Ansiedad.
- Estrés.
- Soledad.
- Tendencia a la depresión.
- Problemas para hacer amigos y establecer relaciones amorosas en la adultez.
- Bajo rendimiento académico y laboral.
- Mayor riesgo de abuso de drogas y alcohol.
En sentido contrario, una estima personal sana se ha relacionado con:
- Un mejor manejo emocional (lo que implica un reconocimiento y aceptación de sus fortalezas y debilidades).
- Relaciones interpersonales enriquecedoras y estables.
- Mayores probabilidades de éxito académico y laboral.
Para ejercer una maternidad/paternidad efectiva que promueva una autoestima sana en niños/hijos, los especialistas recomiendan poner en práctica algunas estrategias de crianza específicas y evitar otras.
Prácticas positivas
- Escuchar atentamente las dudas, experiencias y preocupaciones de los niños.
- Hablar a los pequeños con respeto, incluso durante un llamado de atención.
- Brindar a los niños atención y afecto.
- Reconocer a los pequeños tanto por sus logros como por sus fracasos (estos deben ser aceptados y no escondidos).
- Destacar las habilidades naturales, intereses y fortalezas de los niños.
Prácticas negativas
- Criticar duramente a los pequeños por cometer errores u obtener malos resultados.
- Imponer el castigo físico o emocional por encima del diálogo.
- Ignorar, ridiculizar o burlarse de los niños, sus limitaciones o características físicas.
- Dar demasiada importancia a los fracasos en la vida cotidiana (por ejemplo, recordar a los niños/hijos sus fallas y pérdidas casi a diario puede hacer un daño tremendo a su autoconfianza y evitar que estén dispuestos a asumir desafíos más adelante).
- Hacer creer a los niños que deben ser perfectos todo el tiempo (fundar expectativas altas y poco realistas).