Un poco más de calor, viento fresco, flores en su máxima expresión…Son varios los detalles que es posible contemplar y disfrutar con la llegada de la primavera.
Esta estación es comúnmente vista como una época ideal para la renovación, lo que puede impactar positivamente en tu bienestar si aprendes a aprovechar el cambio para mejorar tu estado de ánimo.
Sin embargo, hay otros sentimientos que están asociados a la primavera y que, pueden afectar, en algún grado tu salud mental. A continuación, algunas claves para que sepas cómo identificarlos y qué hacer al respecto.
La primavera es, por naturaleza, una estación que implica entusiasmo y alegría, lo que se conoce como “euforia primaveral”. Este fenómeno se debe al incremento de luz y temperatura. Tu organismo reacciona ajustando tu metabolismo con cierta hiperactividad -secreción de feromonas, oxitocina, dopamina o noradrenalina-, haciendo que te sientas más feliz y desinhibido.
No obstante, las personas también pueden experimentar “astenia primaveral”, considerada un trastorno de adaptación propio del cambio de ánimo.
La astenia se manifiesta con cansancio y somnolencia durante el día, fatiga, irritabilidad, pérdidas del apetito, disminución de la libido durante la fase de habituación o pérdida del cabello.
Por otra parte, entre estos efectos de la primavera puede sumarse la situación de crisis sanitaria, generando nuevos trastornos. Según expertos, “el temor y la ansiedad con respecto a una nueva enfermedad y lo que podría suceder pueden resultar abrumadores y generar emociones fuertes tanto en adultos como en niños”.
Pero ¡tranquilidad! Puedes hacer mucho para minimizar los efectos negativos de los cambios estacionales (y manejar las emociones), a la vez que optimizas su influencia positiva.
¿Cómo? Aplicando simples consejos lograrás aprovechar los días de sol al máximo para olvidar la astenia y darle un giro de bienestar a tu ánimo.
Para contrarrestar los efectos negativos y trastornos, se recomienda:
Manejar las emociones es una habilidad que debe ser aprendida. El sol y la euforia primaveral son una buena oportunidad para llevar un estilo de vida consciente de lo que sentimos. El objetivo es disfrutar de todas las bondades que nos ofrece la primavera.