La mayoría de nosotros no logramos concebir un solo día sin la compañía de la música, pues sentimos cómo su presencia nos motiva, nos inspira y alegra cada momento. La música y el baile pueden incidir positivamente en nuestro cuerpo, mente y emociones de formas insospechadas.
Nos ponemos audífonos para hacer el aseo, cantamos en la ducha y nos acompañamos de ella en nuestros momentos de relajo o trabajo. Sin saber que estas actividades nos están ayudando en distintos niveles de bienestar y salud emocional.
El simple hecho de escuchar música permitirá mejorar nuestros estados de ánimo. Algunos ritmos nos ayudarán a concentrarnos y el sonido contribuirá a nuestra salud emocional y bienestar en general. Podemos asegurarnos de poder estimular el cerebro al crear conexiones con otras neuronas, las cuales estimulan la capacidad de memorización y la creatividad.
Asimismo, escuchar música nos ayuda a mejorar los estados de ánimo, pues cuando suena música que nos gusta, el cerebro libera un neurotransmisor llamado dopamina, que es la hormona del placer y la encargada de hacernos sentir un bienestar inmediato.
En situaciones de estrés escuchar música y bailar nos permitirán tranquilizarnos en momentos de tensión, nerviosismo y ansiedad. Además, podemos encontrar la motivación para hacer diferentes tareas, ya sean laborales, haciendo el aseo o cualquier otra actividad que pueda resultarnos tediosa.
De igual manera, al bailar canalizamos distintos sentimientos que podemos estar reprimiendo, tanto positivos como negativos. Los hacemos aflorar a través del movimiento de nuestros cuerpos al ritmo de la música. El baile, además, nos conecta con nuestra parte creativa, nos desinhibe y nos permite crear esa conexión con uno mismo.
La música y el baile también nos otorgan múltiples beneficios para la salud, como los siguientes:
En definitiva, la música y el baile son elementos vitales para mejorar nuestra calidad de vida y preservar la salud mental. Nos proporcionan infinidad de beneficios y nos ayudan a entrar en un estado de relajación óptimo, razón suficiente para realizar estas actividades a diario.