En momentos de incertidumbre y cambios, tomar las riendas de tu vida se vuelve aún más importante. Para lograrlo, una gran alternativa es aplicar diferentes técnicas de relajación y control del estrés para mantener una buena salud mental y navegar por las aguas del autoconocimiento.
Según la Organización Mundial de la Salud, la salud “es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. A su vez, se agrega que, para mantener esta conexión entre cuerpo y mente hay que verlos de forma integral con la finalidad de lograr ese estado de bienestar. Esto le permita a cada persona realizar sus actividades cotidianas, enfrentar el estrés y relacionarse en comunidad.
Para conectarte con tu interior y mantener tu salud emocional estable, puedes realizar ciertos ejercicios que te ayudarán a lograr esa conexión especial. Aunque existen otras formas de conseguir la unión del cuerpo con las emociones, detallaremos las dos principales: la respiración consciente y el autodiálogo.
La respiración es un proceso vital para nuestras vidas, pero muchas veces nos olvidamos de ella al ocurrir de forma automática e involuntaria. Un adulto en reposo tiene una frecuencia respiratoria que fluctúa entre 8 a 16 respiraciones por minuto, ¡imagina que puedes respirar más de 20 mil veces al día!
La respiración consciente se enfoca en el acto de respirar, pero tomando consciencia de dicha respiración. Debes realizar inspiraciones largas, lentas y profundas por la nariz, concentrándote en la acción mientras tu cuerpo se va relajando a medida que entra y sale el aire de tu cuerpo. Enfócate en el ritmo natural de tu respiración, intentando dejar tu mente libre de pensamientos.
Diversos expertos señalan que dentro de sus beneficios destacan el control del estrés, mejoramiento de la concentración y una disminución de dolores e insomnio. Otros lo relacionan con el mindfulness, una práctica que se centra en el presente a través de herramientas como la meditación y la respiración de forma pausada y consciente.
El autodiálogo, como dice su nombre, es una conversación contigo y muchas veces ocurre de forma inconsciente. Por lo mismo, es fundamental analizar cómo se realiza esta conversación interna para comprender tus sentimientos y el cómo influyen en tu comportamiento con los demás.
Al llegar a la adultez, los pensamientos negativos son 10 veces más numerosos que los positivos, contribuyendo a que entre el 60 y el 75% de los pensamientos se enfoquen en la negatividad. Esto significa que la percepción que una persona puede tener de sí misma también se ve reflejada en cómo se desenvuelve ante la sociedad. Con el autodiálogo se busca sustituir esos pensamientos que producen emociones negativas por otros positivos, identificando qué cosas o situaciones te generan esas malas energías para lograr el bienestar personal y controlar la ansiedad e incertidumbre ante un hecho determinado.
Practicar el autodiálogo tiene diferentes beneficios para tu salud, como la capacidad de adquirir destrezas deportivas, cambiar malos hábitos, mantener una energía positiva, controlar tus sensaciones en el presente que estás viviendo y provocar autoconfianza en tus decisiones.
Al realizar estas técnicas es clave practicar el autoconocimiento para lograr una fuerte conexión contigo, con tus emociones y con la gente que te rodea. Es tiempo de escoger el ejercicio que más se adecúe a tu personalidad y necesidades emocionales si deseas disfrutar de un bienestar personal y mejorar la relación con tu comunidad.