Cada 22 de julio se conmemora el Día Mundial del Cerebro, una fecha promovida por la Federación Mundial de Neurología que busca crear conciencia sobre la importancia de mantener una buena salud cerebral a lo largo de la vida.
Este día representa una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos neurológicos que enfrenta la población y promover hábitos que favorezcan el bienestar cognitivo, emocional y funcional.
La salud cerebral no solo es fundamental para nuestra memoria y concentración, sino también para la manera en que nos comunicamos, sentimos y tomamos decisiones en la vida diaria. Conocer más sobre las enfermedades neurológicas y adoptar medidas de prevención puede marcar una gran diferencia en el bienestar a corto y largo plazo.
Mantener el cerebro activo y protegido permite sostener nuestra autonomía a lo largo de los años, mejorar la calidad de vida y fomentar una vejez saludable. De acuerdo con el Instituto Clavel, muchas patologías pueden prevenirse si se detectan a tiempo o si incorporamos cambios positivos en nuestra rutina diaria.
Cuidar tu cerebro es cuidar tu calidad de vida. Descubre cómo protegerlo y conoce nuestros seguros de salud que mejor se adapten a ti.
El Día Mundial del Cerebro se celebra cada 22 de julio desde 2014, impulsado por la WFN. Su misión es educar sobre la salud cerebral y generar conciencia sobre las condiciones neurológicas que afectan a millones de personas en el mundo, como el alzhéimer, el párkinson, epilepsia o accidentes cerebrovasculares.
Esta fecha busca visibilizar que muchas enfermedades cerebrales, aunque graves, pueden prevenirse o gestionarse de mejor forma si se identifican tempranamente y se accede a tratamiento.
También es una instancia para promover investigaciones, compartir avances científicos y reforzar la formación de profesionales en neurología, dado el aumento sostenido de pacientes que requieren atención especializada en esta área.
Las enfermedades neurológicas abarcan una amplia gama de condiciones que afectan el sistema nervioso central y periférico. Algunas de las más frecuentes incluyen:
Además de comprometer la memoria o la movilidad, muchas de estas patologías también impactan en la salud mental, provocando depresión, ansiedad o trastornos del ánimo.
Estas enfermedades del cerebro pueden provocar deterioro cognitivo, alteraciones motoras y afectar la autonomía, funcionalidad y calidad de vida. También implican un gran desgaste para las familias y cuidadores.
En Chile, el envejecimiento poblacional y la mayor expectativa de vida están incrementando la incidencia de estas patologías.
De hecho, algunas como el alzhéimer y el párkinson se posicionan dentro de las principales causas de muerte. Esto requiere una respuesta multisectorial que incluya políticas públicas, programas comunitarios y el compromiso del sistema de salud.
Según el Ministerio de Salud de Chile, la demencia afecta al 7,1% de las personas mayores de 60 años en el país, lo que equivale a cerca de 200 mil personas. La más frecuente es el Alzhéimer, responsable de entre un 60% a 80% de los diagnósticos.
Esta patología afecta progresivamente la memoria, el lenguaje, la orientación y la capacidad para tomar decisiones, y requiere cuidados prolongados. Las mujeres representan un porcentaje mayor de fallecimientos por esta enfermedad.
Este aumento, según especialistas, también refleja una mejora en los diagnósticos, pero plantea un gran desafío para el sistema de salud en términos de atención especializada, recursos y apoyo familiar. La necesidad de generar conciencia social sobre la demencia y sus implicancias es cada vez más urgente.
La prevención es clave. Según la WFN y el Instituto Clavel, hay factores de riesgo modificables que pueden reducir significativamente la aparición de enfermedades neurológicas.
Adoptar hábitos protectores desde edades tempranas puede hacer una diferencia enorme a futuro. Entre estos destacan:
Además, incorporar pausas activas, reducir el estrés crónico y buscar espacios de relajación también ayuda a proteger las funciones cerebrales.
También es importante mantener una actitud proactiva frente al aprendizaje continuo. Asumir nuevos retos intelectuales, como aprender a tocar un instrumento o emprender proyectos creativos, fortalece la plasticidad cerebral y mejora la reserva cognitiva.
La falta de sueño no solo afecta el estado de ánimo o el rendimiento diario. Estudios indican que cuando no dormimos bien:
Dormir mal de manera crónica puede acelerar el envejecimiento cerebral.
La higiene del sueño es uno de los pilares de la salud cerebral y mental. Por lo mismo, mantener horarios regulares, evitar el uso de pantallas antes de dormir, y crear un ambiente propicio para el descanso son acciones básicas que generan un gran impacto.
Además, una buena calidad de sueño se asocia con un mejor estado anímico, una mayor capacidad de regulación emocional y una disminución de los niveles de cortisol, la hormona del estrés.
La WFN hizo un llamado urgente a la prevención como derecho humano y prioridad global. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchas enfermedades neurológicas se pueden prevenir o retrasar con intervenciones adecuadas.
La prevención incluye el control de factores como hipertensión, tabaquismo, aislamiento social, pérdida de audición y depresión.
También implica educación para la salud desde la infancia, acceso a controles médicos, y una cultura que promueva la salud mental en todos los contextos. En Chile, el Ministerio de Salud promueve el diagnóstico temprano y acompañamiento de las personas con demencia, enfatizando que no todas las alteraciones cognitivas son parte natural del envejecimiento (DIPRECE).
Acceder a exámenes neurológicos, asistir a controles periódicos y conocer los antecedentes familiares son estrategias claves. Además, contar con un seguro de salud que respalde el acceso oportuno a especialistas es fundamental.
En Vida Security entendemos que proteger tu salud cerebral es parte fundamental de tu bienestar integral.
Por eso, nuestros seguros de salud ofrecen cobertura para exámenes preventivos, tratamientos y acompañamiento especializado. Además, te orientamos en cada etapa del proceso, facilitando acceso a una red médica de calidad y opciones adaptadas a tus necesidades personales y familiares.
Invertir en tu salud cerebral es invertir en tu vida. No esperes a que los síntomas aparezcan: actúa con anticipación y elige un respaldo que te acompañe en cada etapa. Un buen cuidado cerebral no solo impacta en la longevidad, sino también en la posibilidad de vivir con autonomía, plenitud y bienestar.
• Ministerio de Salud de Chile
• Federación Mundial de la Neurología (WFN)