Las emociones son lo más natural que tenemos como humanos, son el canal desde donde podemos saber qué nos ocurre y ahí radica la importancia de conocerlas, saber reconocerlas y poder identificar qué es lo que nos quieren decir de nosotros mismos. A este se le llama inteligencia emocional y es muy poco enseñado tanto en casa como en el ámbito educacional. Por eso es que en esta nota queremos contarte cuáles son las emociones básicas no solo para un mejor desarrollo personal, sino para que compruebes cómo la gestión de las mismas beneficiará tu vida personal y laboral.
Hace algunos años, chicos y grandes se rindieron ante una historia de Disney Pixar: "Inside Out", donde las emociones eran personajes animados que nos enseñaron que no existe emoción negativa o positiva. Todas son necesarias para aprender y crecer, y, hasta ahora, este ejemplo del cine ha sido utilizado por psicólogos para tratar la importancia de saber reconocer cómo nos sentimos, como una de las formas para alcanzar nuestra felicidad.
Tu salud mental depende directamente de qué tan bien puedes identificar y aceptar tus emociones; a través de ellas puedes comprenderte mejor y adaptarte a diferentes situaciones. Recuerda: ¡no debes reprimirlas! Esto podría generar frustración e incluso enfermedades físicas y emocionales. Anímate a conocerlas mejor:
Es la emoción movilizadora: cuando está presente, tienes mucha energía. Suele venir como consecuencia de algún logro o a partir de situación que te gusta o motivan. Este estado de ánimo te invita a sonreír y a mantenerte positivo.
Se experimenta ante un daño emocional o pérdida y se va "alimentando" de sus propios efectos. Esto explica por qué cuesta dejar la tristeza de lado ante algún suceso relevante. Genera desánimo y baja la productividad en ámbitos como el trabajo.
Surge ante una amenaza o peligro. Se le asocia directamente con el estado de supervivencia y hace que tu cuerpo se prepare para actuar. Ocupa mucha energía corporal y emocional, por lo mismo es que si en ti es una emoción recurrente, no te extrañes que del miedo aparezca el cansancio físico o mental.
La rabia es una emoción que nos lleva a sentir irritabilidad, incomodidad. Es fácil de identificar tanto en nosotros como en los demás porque presentan síntomas físicos como rigidez corporal o acaloramiento. Sin embargo, también desencadena cambios neuronales, nerviosos y hasta hormonales.
La sorpresa es breve y sucede ante lo inesperado. Tiene el poder de activar de manera peculiar tu curiosidad y exploración. Tu respiración se vuelve más profunda y es normal que exclames palabras o sonidos de forma espontánea.
Se le hace fácil grabar en tu memoria ciertos momentos para asociarlos a un rechazo específico. El asco contiene una sensación de repulsión frente a ciertos alimentos, pero también evita estímulos sociales que pueden resultar tóxicos.
Profundizar en tu consciencia y reconocer tus emociones te lleva a un bienestar emocional e incluso prevenir enfermedades. Otro de los beneficios destacados son los siguientes:
Es tiempo de abrazar cada una de tus emociones para lograr tu bienestar emocional y, por supuesto, tu propia felicidad. Recuerda que no hay emociones malas o buenas, cada una tiene su razón de ser y por lo mismo, debemos darle el espacio que necesitan en nosotros. ¡Anímate a cuidar tu salud para sacar lo mejor de ti!