No todo en la vida son finales felices y amores correspondidos. Ojo, no es que sea pesimista: sólo que la realidad es así. Y todos lo sabemos. Eso no quita que todo enamoramiento tenga su encanto y su deleite para nosotros. Están las mariposas en la guata, la emoción de conocer a alguien nuevo y comenzar a tener afecto.
Puede que de un día a otro todo cambie. Que sea trágico, o que simplemente sea, como sucede en la típica 500 Days of Summer. A todos nos ha pasado, y por eso también hay películas que lo retratan. Nuestra intención no es ser anti-San Valentín, sólo disfrutar de otro lado de la historia "de amor". Acá algunas recomendaciones:
Antes de ser Summer, Zooey Deschanel interpretó a Noel en esta película un poco under que recuerdo hace años daban en Cinemax. Trata de dos jóvenes que se enganchan, pero ella es la hermana del mejor amigo. Todo ocurre en una pequeña ciudad. Hay amor, pero no por ambas partes de la "relación". La historia es contada de una manera muy íntima y con tomas suaves, lo que la hace parecer muy cotidiana. Y lo es: de esas historias que nos pasan a cualquiera.
Del director Wes Anderson, esta película gira en torno a una aventura y un amorío infantil. Literalmente infantil, pues sus protagonistas son niños, que viven en una especial lugar. El director es Wes Anderson, quien suele resaltar personajes fuera de lo común y una estética muy colorida, lo que hace de esta historia "con final triste", algo muy bonito.
Hugh Jackman es un cirujano que intenta encontrar desesperadamente una cura para el cáncer de su esposa (Rachel Weisz). Dolor, amor, también mucha mucha fantasía son parte de esta historia. Describir más este film es caer en spoilers, por lo que sólo digo: hay que verla.
No es una obra nueva, pero si no la has visto, inclúyela a tu repertorio. Dos personajes totalmente extraños y diferentes se conocen en las calles de la ciudad japonesa, y son unidos por lo único en común que tienen para vivir: el idioma. Scarlett Johanson y Bill Murray se involucran en una amistad especial, pero que durará tanto como su viaje.
Basada en la novela escrita por Ian McEwan, y ambientada en época, es de aquellos relatos que tienen mucha pasión, pero poca resolución. Mucha pasión sufrida, por la espera, por lo oculto. Te preguntarás: ¿por qué es así la vida? Los personajes transmiten su dolor desgarrador, pero es buena buena.
Acá funcionan las historias cruzadas, de algunos amigos en común. Todos entre el amor y desamor, es una especie de comedia romántica más ligera que gira en torno a ver la dura realidad tras algunas "mentiras" que queremos creer en cuanto a lo amoroso, en especial ese portazo en la cara que es saber que el otro realmente no está interesado en ti. Pero mientras la ves, pensarás, "¿a quién no le ha pasado?".
Basada también en la novela de Tim Tharp. Dos adolescentes que se conocen por casualidad. Uno de ellos desea hacer un experimento social a ver si influye en las vidas de las personas, y cuánto. Pero los sentimientos ocurren. Es más ligera, con bonita imagen e ideal para quien quiere ver una historia romántica no convencional.
¿Cuál te gustó más?