¿Supiste que ya comenzó a regir la nueva Ley de Portabilidad Financiera en Chile? La normativa promulgada por el presidente beneficiará a más de 13 millones de personas y a 800 mil pequeñas y microempresas que utilizan un producto o servicio financiero activo.
Para que entiendas mejor de lo que se trata, en Blog Viva abordaremos las principales claves de esta nueva normativa que, a todas luces, es una buena noticia.
La portabilidad financiera, en términos generales, consiste en la posibilidad de que las personas y microempresas puedan cambiarse de proveedor de productos financieros.
El objetivo de la ley es simplificar al máximo el actual trámite. De esta manera, los usuarios de cuenta corriente y otros productos podrán llevarlos a otras entidades sin mayor problema, tal y como lo hacen con sus números de telefonía móvil (portabilidad numérica).
Entonces, ¿qué productos o servicios podrán ser portados de una entidad a otra?
Los puntos clave de la nueva legislación son:
Con todo lo anterior, se espera aumentar la tasa de refinanciamiento. En México, con una reforma parecida, dicho indicador creció de 1,6% a 14,3% en dos años.
Por otro lado, la legislación reducirá en un 60% el costo de refinanciar (créditos hipotecarios) y en un 40% el tiempo del trámite. Lo cual ayudará mucho a las personas cuando buscan mejorar sus finanzas cambiando sus productos financieros a una entidad que les ofrezca mejores condiciones.
La portabilidad financiera tendrá dos modalidades:
En el caso de la modalidad estándar hay cinco pasos para realizar el cambio de entidad:
En el caso del proceso de subrogación, con garantías reales, el proveedor inicial también emite un certificado de liquidación. Pero tiene algunas diferencias adicionales:
A diferencia de la forma en que se ejecuta este proceso actualmente, no es necesario que el proveedor inicial firme documentos para realizar la portabilidad.
¿Cómo se beneficiarán las familias? En muchos sentidos. Como dijimos anteriormente, habrá una reducción en el tiempo y en los costos que significa el traspaso de productos entre una entidad a otra (menos trámites).
Además, y es una de las cosas más importante para tus finanzas, existirá mayor competencia entre las distintas instituciones financieras para satisfacer las necesidades de los usuarios (y retener a sus clientes), lo que derivará a una oferta de productos con un mejor precio y condiciones más convenientes.