Aunque el concepto de estimulación cerebral normalmente se asocia con la implantación de electrodos en ciertas regiones del cerebro para regular patrones eléctricos anormales en personas con problemas neurológicos, existen otros tipos de estimulación no invasiva, con beneficios igualmente
importantes para el bienestar de las personas.
Es posible estimular nuestro cerebro de forma positiva o negativa a través de pensamientos, palabras, experiencias y música. Los estímulos negativos pueden afectar drásticamente (y para mal) el modo en que vemos e interactuamos con el mundo; para contrarrestarlo, la neurociencia recomienda estimular positivamente nuestro cerebro concentrándonos en pensamientos de bienestar, gratitud, eficiencia y poder personal.
Las ondas cerebrales son voltajes eléctricos oscilantes en el cerebro que miden solo unas pocas millonésimas de voltio. Se sabe que influyen en el proceso de curación y reparación de tejidos: cuando un paciente tiene una actitud positiva ante la idea de sentirse mejor, las ondas cerebrales que genera se extienden a través del sistema perineural hasta la parte lesionada del cuerpo, dondequiera que esté. Esta es una de las explicaciones fisiológicas para el efecto placebo.
También hay evidencia de que estimular cierto tipo de ondas cerebrales puede tener efectos positivos en áreas específicas de la vida diaria, como:
En cuanto a los tipos de ondas, existen cinco ampliamente reconocidas por la ciencia:
Aunque ningún tipo de onda es más importante que el resto, las ondas alfa se consideran el puente que une el mundo interior con el exterior.
Los sonidos binaurales son "latidos" que operan en frecuencias específicas para estimular determinadas ondas cerebrales; de hecho, la terapia binaural es una solución emergente que ha dado resultado para muchas personas como tratamiento para la ansiedad, la depresión, el estrés y los problemas de concentración.
Para poner a prueba la estimulación de ondas alfa con música binaural, basta con echar un vistazo a la inmensa lista de contenido disponible en plataformas como YouTube o Spotify. Se recomienda escuchar con audífonos a cualquier hora del día, durante un mínimo de 30 minutos diarios que pueden extenderse según las necesidades personales.