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Hace poquito volví a cambiarme de hogar por temas personales. Y caí nuevamente en departamento. Pero, esta vez quise hacer algo más para poder sentirme acogida en mi propia casa. Se me ocurrió comenzar mi propio huertito. Algo pequeño, en macetas. Nada tan elaborado.
Elegí ciboulette, ajíes enanos, orégano, tomates, menta, albahaca y melisa. Puedes conseguir este tipo de productos en mercados o hablando con familia o amigos de zonas rurales que puedan tener semillas.
Les contaré un poco cómo las he cuidado:
Primero es necesario buscar una zona de la terraza donde les llegue directamente el sol. La exposición directa es importantísima, porque adoran los rayos solares para poder fomentar su crecimiento. Todas ellas necesitan una temperatura mínima de 18°C.
La maceta debe tener agujeros para filtrar el agua. Las plantitas deben mantenerse húmedas para mantenerse vitales y tener ojo con que lo que se consumirá, no se mantenga con humedad para evitar que se pudran.
¡Te invito a probar esta experiencia y cultivar tus propios productos! Una vez que le tomes el gusto, seguirás plantando más y más cosas. Invita a tus amigos y familia a degustar los frutos de tu huerta, te lo agradecerán
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