En los últimos meses, nuestras vidas han cambiado de manera radical debido a la pandemia por el COVID-19. Poco a poco, las medidas de restricción se están suavizando en la mayoría de los países, donde se está permitiendo a la población salir de sus casas de forma paulatina.
Con el paso de las semanas de encierro, puede haber personas que empiezan a desarrollar un creciente miedo a salir de sus casas. Los expertos señalan que los adultos mayores son los más afectados por estas inseguridades al ser un colectivo especialmente vulnerable al virus, aunque cualquiera de nosotros puede sentirse angustiado ante la idea de enfrentarse al mundo exterior. Esta sensación se conoce como agorafobia; el temor a los espacios abiertos, donde podemos sentirnos más expuestos al contagio.
Ante todo, tenemos que entender que sentir ansiedad o temor es completamente normal en situaciones que percibimos como peligrosas. Y la mejor manera de enfrentarse a ello es hacerlo poco a poco, de forma progresiva. Es lo que en psicoterapia se conoce como desensibilización sistemática. Estas son algunas de las recomendaciones de los expertos que nos ayudarán a la hora de salir de casa:
No hay ninguna necesidad de pasar de cero a cien. Podemos salir a dar la vuelta a la manzana el primer día e ir aumentando el tiempo que pasamos en la calle a medida que vayamos adquiriendo confianza para sentirnos más cómodos, sin olvidar las medidas de higiene recomendadas.
También podemos planear nuestro recorrido antes de salir y escoger, por ejemplo, zonas menos concurridas o paseos en los que podamos estar en contacto con la naturaleza, lo cual nos aportará calma y bienestar. Asimismo, como el paseo no es solo un ejercicio para el cuerpo sino también para la mente, una buena idea es buscar acciones que complementen la actividad como el caminar escuchando nuestra música favorita.
Una situación de crisis no es fácil de olvidar o pretender que no existe, pero un buen consejo es el darse un respiro de las noticias de vez en cuando. Aunque es muy comprensible querer estar al tanto de lo que ocurre en una situación excepcional como la que estamos viviendo, un exceso de información puede generarnos ansiedad y miedo a salir.
Para ello, podemos concentrarnos en hacer meditación, leer un libro, jugar con juegos de mesa en familia, escuchar un podcast o hacer concursos de baile y canto entre toda la familia. La imaginación es infinita para disfrutar de un momento de recreación juntos y dejar de pensar en todo lo que está ocurriendo.
Es importante que hablemos de nuestros sentimientos con nuestra familia y amigos. No obstante, si los síntomas son persistentes y nos impiden llevar una vida cómoda, es importante consultar con un especialista, que podrá recomendarnos las terapias más adecuadas para reducir la ansiedad y superar la fobia.
Recordemos que esto es algo a lo que no nos habíamos enfrentado antes y, como en todas las situaciones nuevas, tenemos que encontrar las estrategias para adaptarnos a ello. Seamos compasivos con nosotros mismos, démonos tiempo y tratemos de enfocar nuestros pensamientos en nuestra salud y bienestar.