La crisis del coronavirus nos ha sorprendido a todos. Aunque las medidas sanitarias, como el aislamiento social, son necesarias para frenar esta pandemia, no estábamos preparados y el cambio ha sido muy drástico. Nuestras mascotas, al estar todo el día en casa con nosotros, también pueden sentir lo que nos afecta y mostrar conductas extrañas.
Los animales domésticos suelen tener rutinas o hábitos que se han visto afectados durante la cuarentena. Un claro ejemplo de esto son los paseos diarios y libres que ya no disfrutan como antes. Este cambio puede traer diversas consecuencias como la alteración del sueño, en su alimentación y su conducta pues, a diferencia de nosotros, ellos no pueden ver Netflix, ni cocinar o hacer largas llamadas telefónicas con sus amigos.
La convivencia con nuestras mascotas dependerá de la personalidad que hayan desarrollado a lo largo de su vida. Esta depende del tipo de animal y de lo que estaban acostumbrados a hacer. Los perros, por ejemplo, son más activos y cercanos a sus dueños cuando están en la casa, porque les gusta jugar y compartir. Por otro lado, los gatos son más reservados y un poco más solitarios, disfrutan descansar en lugares cómodos y no tan ruidosos.
Los cambios que experimentan nuestros animales son determinantes para la buena convivencia durante la cuarentena. Para que el encierro sea más llevadero, es importante prestar atención a las señales que nos dan. Si están aburridos, posiblemente ladren mucho (en caso de los perros) o arañen los muebles (en caso de gatos) buscando atención. En ese caso, es recomendable implementarles actividades en casa.
Desde el inicio del aislamiento, estábamos conscientes del impacto que esta medida causaría en nuestra salud emocional. Sin embargo, ignorábamos lo que podía pasar con las mascotas y cómo su rutina de sueño o alimentación podrían verse afectadas.
De acuerdo al autor de Wag: The Science of Making Your Dog Happy, Zazie Todd, es lógico que los animales domésticos quieran su propia distancia social. Estar todo el día en casa con sus humanos puede desencadenar sensaciones no agradables que alteran su salud mental. Además, el exceso de interacción es una novedad que puede ser difícil de asimilar para ellos.
En consecuencia, es vital reaccionar ante las conductas extrañas de nuestros compañeros caninos o felinos. Algunas actividades que podemos llevar a cabo para mejorar su salud emocional y física son: dar paseos cortos dentro de la casa, esconder pequeñas porciones de comida en distintos sitios para que, con su olfato, pueda encontrarlas y se ejercite mientras se divierte o jugar con la clásica pelota (o bola de lana para gatos), con esta idea puede correr y mejorar sus reflejos.
Estar tanto tiempo en casas con nuestras mascotas puede hacer que se acostumbren a esta rutina y, luego de la pandemia, desarrollen un hiperapego. Esto puede ser normal en un contexto donde pasan días, e incluso meses, con nosotros.
Los especialistas recomiendan establecer momentos donde cada uno tenga espacios individuales, aunque estemos en la misma casa con el fin de conservar nuestro propio ambiente. En algún momento del día, el gato puede estar en el living y nosotros en la habitación o el perro en el balcón y nosotros en la cocina.
La salud mental, de animales y humanos, es un factor en riesgo durante los tiempos del COVID-19. Es necesario mantener la mente distraída en cosas positivas, establecer rutinas con actividades que nos gusten e incluir a nuestras mascotas para evitar cambios de conducta extremos.